Las palabras son un reflejo de nuestros pensamientos. Las palabras positivas proceden de pensamientos positivos, las negativas de pensamientos negativos. Así de sencillo. Observa las palabras que salen de tu boca y tendrás una buena idea de la dirección que toman tus pensamientos y, en consecuencia, tu vida.
Es importante elegir siempre nuestras palabras sabiamente, pero especialmente vital cuando estamos haciendo afirmaciones alrededor del cambio de un comportamiento o superación de un hábito.
Utiliza tus palabras para describir exactamente los resultados que quieres conseguir.
Si quieres que tus resultados lleguen fácilmente, sin esfuerzo y con alegría, dilo. Si quieres sentirte ligero, relajado, en paz, contento, bendecido, dilo. Incluye en tus afirmaciones o narrativa interna, la manera en la que te hablas, todo quello que deseas lograr y CÓMO justamente quieres lograrlo.
De ti solamente depende la manera en la que tu cerebro genera estos pensamientos que te ayudan a estar de buen ánimo, motivado y con un propósito claro.
Cuando utilizas palabras de afirmación, estás declarando lo que necesitas hallar o encontrar en ese momento. ¿Qué palabras de las que aparecen a continuación son las más pertinentes para su objetivo? Si alguna de estas palabras te hace sentir que estás mintiendo o no es la más acertada para como te sientes, prueba empezar tu afirmación con: «Yo elijo…» o «Estoy dispuesto a…».
Utiliza las afirmaciones que sean emocionalmente verdaderas para ti en este momento. Apoyate con las siguientes palabras:
Reconozco
Afirmo
Yo permito
Yo soy
Abundo en
Soy consciente
Estoy dispuesto
Yo puedo
Elijo
Yo creo
Disfruto
Yo sigo
Acepto plenamente
Yo sé
Sé, sin duda
Hago
Poseo
Me doy cuenta
Actúo
Confío
En todo
En este momento
Dejo ir
Ahora mismo
Hoy
Inquebrantable
Con Todos
Sí
Absolutamente
De acuerdo
Constante
Todos los días
Por el Bien Supremo
Aquí
La clave al decir y/o leer afirmaciones es sentir aquellas emociones que la representan. Puedes ayudarte llevando a tu cuerpo a un estado de relajación, y a partir de allí saber que, en lo más profundo de tu ser, estas afirmaciones son ciertas. Si sientes que están fuera de tu alcance o te cuesta convencerte, ajusta la afirmación e incluye palabras como elegir, potencial o dispuesto a hacer.
Además, las afirmaciones ganan poder con la repetición. Cuanto más a menudo las repitas, más impacto tendrán en tu realidad. Las afirmaciones no son un evento de una sola vez… La tarea es trabajar con ellas a diario, consciente y con propósito. Las afirmaciones son una elección diaria, una elección que hacemos con nuestros pensamientos y sentimientos. Cuanto más a menudo las utilices, más rápido empezarás a ver nuevas oportunidades, a adoptar nuevos comportamientos saludables y a sentirte lleno de energía por la dirección que tomará tu vida.
Ana Adames