El síndrome del intestino permeable (también conocido como permeabilidad intestinal o Leaky Gut) es una condición
donde la pared celular del intestino delgado está tan inflamada que el revestimiento se vuelve más permeable o poroso de lo que debería ser. Cuando esto sucede, sustancias extrañas, como alimentos parcialmente digeridos, toxinas y bacterias, pueden atravesar la pared intestinal y entrar o «filtrarse» en el torrente sanguíneo. Esto hace que el sistema inmunológico del cuerpo reaccione y cree anticuerpos contra sus propios tejidos.
Como resultado de esta pérdida y la reacción del sistema inmunológico, una persona con esta afección puede experimentar muchos síntomas, que incluyen edema, acné, fatiga crónica, pérdida de la concentración, diarrea, irregularidades menstruales y resfriados frecuentes, entre muchos otros más.
Más allá de estos síntomas, el intestino permeable puede llevar al desarrollo de muchas enfermedades autoinmunes, o éstas pueden verse aún más afectadas por la permeabilidad intestinal; y entrar en un bucle de nunca acabar con agudización de síntomas y e impacto en la calidad de vida tras la condición.
Existen múltiples causas que pueden aumentar la permeabilidad intestinal, sin embargo, las más frecuentes son:
• Una dieta rica en alimentos procesados y azúcares refinados.
• Estrés crónico
• Consumo excesivo de alcohol
• Granos y gluten (para personas sensibles o intolerantes)
• Exposición prolongada a ambientes altamente estériles o uso excesivo de productos de limpieza antibacterianos y desinfectantes químicos para manos.
• Uso excesivo de antibióticos, medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) o ciertos analgésicos.
• Toxinas de alimentos, aire, agua, hogar, ropa, etc.
Entre los síntomas más comunes que pueden presentarse con el aumento de la permeabilidad intestinal, podemos nombrar:
• Sobrecrecimiento de cándida.
• Síntomas digestivos, como gases, distensión, estreñimiento o diarrea.
• Alergias e intolerancias alimentarias: generalmente son múltiples y pueden incluir alimentos que una vez fueron bien tolerados.
• Dolores de cabeza
• Alteraciones hormonales.
• Inflamación, tanto aguda como crónica
• Falta de concentración, cambios de ánimos, inadecuada gestión de emociones o «niebla mental» (incapacidad para pensar con claridad)
• Deficiencias nutricionales.
• Problemas de la piel, como acné y rosácea.
Las afecciones coexistentes comunes incluyen la enfermedad celíaca y otras enfermedades autoinmunes, síndrome del intestino irritable (IBS) y / o la enfermedad inflamatoria intestinal (IBD).
El manejo del intestino permeable es prácticamente a través de la alimentación, sin embargo, debe ser considerado otra sugerencias como mejorar el estrés, calidad de sueño y algunas rutinas a diario.
La dieta debe ser 100% individualizada, sin embargo, en la mayoría de las ocasiones se indica una dieta de eliminación para restituir barrera gastrointestinal y permitir a los enterocitos madurar y nuevamente crear uniones entre célula y célula, evitando procesos inflamatorios que alteran dicha restitución. Por lo tanto son removidos ciertos alimentos de acuerdo a su carácter alergeno en tracto gastrointestinal. Y son reintroducidos progresivamente de acuerdo a la respuesta y evolución del paciente.
Paralelamente a la dieta, puede indicarse suplementación para mejorar esta condición de permeabilidad intestinal. Entre ellos tenemos:
• Enzimas digestivas: apoyan una digestión óptima al ayudar al cuerpo a absorber nutrientes y convertir los alimentos en energía. Las enzimas digestivas pueden ayudar con los gases, digestión, distensión e irregularidad de las deposiciones.
• HCL (betaína) con pepsina: esto ayuda a mantener la acidez del estómago, la función gástrica y la digestión de proteínas saludables. Sin el ácido estomacal adecuado, las vitaminas y los minerales no se absorben adecuadamente y las proteínas se vuelven más difíciles de digerir. Este suplemento solo debe tomarse con comidas ricas en proteínas (15 a 20 gramos).
• L-glutamina: este aminoácido ocasionalmente esencial es antiinflamatorio y necesario para el crecimiento y reparación del revestimiento intestinal. La L-glutamina recubre las paredes celulares y actúa como repelente de irritantes.
• Probióticos.
El síndrome de intestino permeable es un diagnóstico clínico. No contamos con un estudio que nos permita observar o evidenciar la permeabilidad intestinal; sin embargo, su abordaje mejora considerablemente sintomatología y pronóstico o evolución de condiciones autoinmunes con un impacto importante en la calidad de vida del individuo diario. Si sospechas de padecer de esto, no dudes en contactarme para ayudarte y poderte guiar en su mejora.